Tuesday, October 22, 2013

de la serie Leda y el Cisne

Un dia de estos...

                                                                 Leda Almar

Monday, October 14, 2013

Seres


por tantas cosas he sido
camino encuentro amor
por tantas otras he perdido
el camino el encuentro el amor

ángel de la soledad que me nombra
ángel de la soledad que se va.

MSM

Manchas



las de Flor
los ojos del tiempo
sangre coagulada
en alas de colores pútridos
un aire
una esperanza
la de verte entre mis brazos
otra mañana.

las de Simona
perfecta simetría
que da origen
da vida
a un nuevo ser

las de Moni
los labios de una boca
la entrada al Mar Rojo

las de Margarita
araña que teje su telar
verde de moho
de costumbre
de un sueño escorpión
que espera detrás

las de Leda
murciélago de colores
como no podía ser menos
la que pinta cisnes
pero sueña espejos
Cyranos enfrentados
para no nombrar al muerto

las de Silvina
cascadas manantiales
de piel de azúcar
precipicio inventado
para contar un cuento

las mías
murciélago muerto
desangrado abierto
de ojos múltiples
que aun miran al cielo

MSoledad

Wednesday, July 10, 2013

Buenos Aires 2013


en la noche de la nostalgia te estreno
Buenos Aires
ciudad de mis amores
tan lejana como la tela de Penélope
que teje y desteje cada día
así yo
ciudad querida
voy guardándote en un espejo sin azogue
que te muestra y no
que te guarda
para siempre bella
para siempre mía.

MSoledad

Friday, June 28, 2013

De canciones robadas. Palabras que expresan lo que yo solo se pintar, de vez en cuando.

Demasiados Acadentro



Hoy tengo un día de esos
incluso firmaría gustosa el acto de mi rendición
 el mundo fue y sera un porqueria
 y aunque me llega toda esa oscura poesía
yo misma soy quien me produce mas espanto
solo por ti sigo aqui
pero vos miraste por esa ventana y te fugaste
y yo sola me quede 
en el zaguán de mi memoria

                                                            Leda Almar

Tuesday, June 18, 2013

Preg-untas


Gritan las semillas al germinar?

Hablan Braille las huellas de las hormigas?

De donde cuelga el sol?

Les provoca cosquillas a las hojas, la lluvia?

Son los barcos las bromas de los peces?

La personalidad de una persona, se influencia de su nombre?

Si los objetos reflejan la luz, quiere decir que son del color opuesto al que los vemos?

Puedo reconocer a los que amo por su olor; o el sentido del olfato se nos ha atrofiado para siempre?

Soy capaz de matar un animal para comerlo?

Lo que se y no se de donde lo apendi; me lo dicta mi abuela en el oido?

Es mi corazon como una radio, que un dia sintoniza tristeza,  otro alegrias y en otros,  una interferencia permanente?

Es la “O” de negro mas oscura que la “O” de blanco?

Si es verdad que leer es vivir otras vidas; entonces, despues de leer , somos mas viejos o mas jovenes?

Los objetos tienen memoria?

Se acuerda un sillon de todas las personas que se sentaron en el?

Entran en conflicto de interes las raices bajo tierra? O, todo se arregla con los bienes raices?
Monica C.

De las frases y las canciones



Simona F.

De las frases y las canciones

Monica C.

Wednesday, May 15, 2013

Oráculo celta


Ver el destino en la cartas es, como quien dice, una experiencia. Si un árbol se quema y otro florece pensaré que hay cambios, hay muerte y una vida siempre nueva. Si otro árbol sumerge sus raíces en la tierra y toca con sus ramas el cielo sabré que puedo ver más allá y detrás, sin olvidar de dónde vengo. Y todo está muy bien hasta que aparece el guarda del deseo, ese temible ser de rostro feroz, empotrado entre dos mundos que me mira y parece decirme no. Claro que el pez, ese salmón enorme con la nuez en la boca me devuelve la esperanza de un camino en las aguas quietas del río, y me río también yo, porque en el fondo, en el del río o en el de mí misma todo fluye en espiral, como la de la última carta, esa suerte de laberinto, círculos concéntricos que giran sin parar.

MSoledad

Sunday, April 28, 2013

Oda a la luna del mar
Ilustracion sobre el poema de Pablo Neruda. Monica C.

Wednesday, April 24, 2013

De la magia

Dime,
susúrrame al oído
la palabra conjuro
que por fin rompa el hechizo.

Si la dices
si de veras eres capaz
de pronunciarla
me iré como al descuido
escoltada por el tigre y el dragón
por la pluma y el anillo.

MSoledad

Arte poética

La palabra poeta
de tu mano a mis manos
no intenta encender el universo
ni besar el oráculo.

La palabra poeta
justa, precisa
es un verso al descuido
de tu boca a mis labios.

MSoledad

Monday, April 22, 2013

Miedos

porque hay miedos de todos los colores , pero el amarillo es el mas miedoso de todos

Monday, April 15, 2013

El peor de todos

En la noche de los miedos no hablé del peor de todos, supongo que por mantener la alegría de esos miedos neuróticos que nos surgieron a todas. Ahora, desde adentro, este poema que escribí allá por 1999.


miedo
miedo manso miedo muerte
miedo metido dentro
muerto
mío y muerto

MSoledad

Thursday, April 11, 2013

El miedo no se mide, el miedo se siente. Sientese me sugirieron cuando pálida me vieron,así se aliviana.Alivio sentí cuando me dijeron que había faltado mi maestra de primer grado.A tal grado llego mi temor que hasta los payasos me asustan,los gatos,los guantes de goma ,la altura,la velocidad , las muñecas de porcelana,mi vecina la enana con quien compartía vereda.En la vereda estaba cuando me amenazaron con un arma,todo armado me decían.Dicen los que saben que es fácil ser valiente desde lejos.Lejos de mi ser valiente,ni acá y ni allá. ¿Me llegará el día , y asumiré con valentía tantos miedos en mi vida ?

Maria Silvina Moreno

Monday, April 8, 2013

Cadáver exquisito

La lámpara azul

En el gallinero lloré limones extrañándote
doscientos caballos de fuerza para los discapacitados
camisa de porcelana cuchi cuchi papelito azul
caminando, tratando de esconderme de mí misma te encontré
tu mirada de color espontáneo
y al final del arcoiris, vos.

Martes 2 de abril de 2013, entre todas.

Separador



Margarita G.

Tuesday, March 26, 2013

Miradas


Hay unos zapatos debajo de la mesa, pero no son míos. Son rojos, puntiagudos y de taco alto. Están así, como al descuido, olvidados debajo de la mesa que me mira por encima del cuaderno. También el cuaderno me mira,  y me pregunta qué más. Y no sé qué responderle. Son tantos los años de mirarlo yo a él tratando de escudriñar, de revelar sus secretos blancos que ahora no sé qué debo responder. Y ahí está, ahí nomás ya me salió la barrera del deber, del querer tener a todos contentos respondiendo como una buena alumna, sí señorita muy bien felicitado.
Pensar que yo siempre me creí muy poco observadora, de esas personas que miran sin detalle, que son incapaces de recordar el color del vestido que usaba Lucía hace apenas  una hora, es más, que ni siquiera puedo afirmar si tenía un vestido, una pollera o un pantalón de gimnasia. Lo que sí no se me escapa es una mirada triste, un tono irónico, una sonrisa malintencionada. De ahí a empezar a pensar al revés, que soy yo la observada, hay un trecho fuera de lo común. Miremos entonces.

Están los muebles, que miran con benevolencia; las lámparas, a las que no se les escapa una arruga y las alfombras, que cargan todas las culpas, pero los peores de todos son los libros. Sí, los peores,  porque ellos, así tan quietitos en los estantes de la biblioteca, son testigos de cuanto sucede a su alrededor y, según su propia historia, nos juzgan a su manera. Por ejemplo, no es lo mismo lo que va a pensar Madame Bovary ante una mujer infiel que el Raskolnikov de Crimen y castigo, tampoco te juzgaría mal la Novia de Bodas de sangre pero mejor no le menciones el tema a la Madre del Novio.
En fin, no sé si les ha ocurrido alguna vez que, así como al pasar, un párrafo, un verso viene a sus mentes y es tan fuerte el impulso que no cede hasta que encuentran el libro que lo contiene, y digo libro, porque no alcanza con buscarlo en internet, es el libro lo que hace falta, ese espacio que ocupan las palabras en un lugar determinado, a la derecha, o a la izquierda, en el medio o abajo, pero en un lugar exacto. A mí me ha ocurrido varias veces, y dejo todo lo que estoy haciendo para ir a buscar la página exacta. Eso siempre que las manchas en el piso me dejen seguir adelante, y no tenga que devolverme con un trapo para quitarlas. Esos sí son días aciagos, cuando tengo que dejar lo que realmente quiero hacer para ordenar las medias impares, o trapear los muebles lustrados, o correr a repasar los vidrios porque simplemente no soporto, no puedo aguantar verlos manchados.
Pero volvamos al libro. Una vez sorteados los obstáculos, cuando llego realmente a situarme frente a la biblioteca, a veces me sucede que no lo encuentro, al libro, o a la página. Y las palabras rondan por mi mente, extraviándome, sin tener de dónde asirse, porque el libro, si lo hallo, las contiene. Como ahora, en que esos versos de Lamborghini me dan vueltas en la cabeza, tantas como vueltas he dado yo para encontrar el libro. Y no está. No lo encuentro. Lo peor de todo es que sé que no fue un sueño, que el libro existió y esos versos también y hasta que no los encuentre  seguirán rondando como aves que no encuentran su nido, como palabras que el viento nunca se llevó y rondan, rondan entre una tarde y un café demasiado frío.

Mercedes Soledad