Una ceremonia hindú
puede ser también un encuentro.
Entre dioses y colores,
hay túnicas de rostros pintados,
y en el suelo de mármol
los pies van descalzos.
Hay fuego para purificar,
agua para limpiar,
y frutas en abundancia.
Hay campanas que resuenan
en el templo múltiple.
Y es lo mismo,
no importa si Shiva o Vishnu,
si Buda o Cristo,
siempre que las almas se reúnan
siempre que haya fuego
que haya amor
que haya encuentro
siempre está Dios.